lunes, 11 de junio de 2012

LA ANUNCIACIÓN DE LEONARDO DA VINCI

De 217 por 98 centímetros, pintada por Leonardo entre 1472 y 475 


Indubitablemente la Divina Madre de los Cristificados tiene mucha documentación y es algo que bien vale la pena investigar. En los textos de Alquimia Medieval, la Divina Madre es la “signatura astral del esperma sagrado”: STELLA MARIS, la VIRGEN DEL MAR, quien guía sabiamente a los trabajadores de la Gran Obra. Entre los aztecas Ella es TONANTZIN, entre los griegos la CASTA DIANA, y en Egipto es ISIS, a quien ningún mortal ha levantado el velo. 

No hay duda alguna de que el Cristianismo Esotérico jamás se dejó de adorar a la Divina Madre Kundalini; obviamente es MARAH, o mejor dijéramos RAM-IO, MARIA
         
El  V. M. SAMAEL AUN WEOR, en cuanto a la Madre Divina, dice: “Lo que no especificaron las religiones ortodoxas, por lo menos en lo que atañe al círculo exotérico o público, es el aspecto de ISIS en su forma individual humana. 

Ostensiblemente, sólo en secreto se enseñó a los iniciados que esa Divina Madre existe individualmente dentro de cada ser humano. No está de más aclarar en forma enfática que Dios-Madre, REA, CIBELES, ADONÍA o como queramos llamarle, es una variante de nuestro propio Ser individual aquí y ahora. Concretando diremos que cada uno de nos tiene su propia Madre Divina particular, individual. Hay tantas Madres en el cielo cuantas criaturas existentes sobre la faz de la tierra”. 
         
Los indostanes nos hablan de la Divina Madre, que la llaman “La Kundalini”, y la presentan como una energía misteriosa que hace existir al mundo. Ella es la Divina Madre de Nuestro Señor el Cristo. 

En la Alta Iniciación, cuando un Hombre está debidamente preparado, de su propia Divina Madre nace el Cristo para salvarlo…  

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