lunes, 30 de abril de 2012

El Ojo de Horus: La Observación de sí



Todas las Culturas Solares nos hablaron del Auto-conocimiento. En la Biblia encontramos cientos de citas que tratan sobre el “Vigilad”, “Despertad”, “No dormís”, “Permanecer en guardia”, etc., etc., todo eso es una invitación a seguir la senda del Auto-conocimiento, de la Auto-Gnosis, por medio de la Observación de sí. Las enseñanzas secretas de los egipcios el estar en “Guardia”, en el estado de Alerta, o Intima Recordación de sí mismo, o Tercer Estado de Conciencia, lo representaron con el “Ojo de Horus”.
         
Es muy claro y no resulta difícil comprender, que cuando alguien empieza a observarse a sí mismo seriamente desde el punto de vista que no es “Uno” sino “Muchos”, comienza realmente a trabajar sobre todo eso que carga dentro. Es óbice para el trabajo de Observación de sí los siguientes defectos psicológicos: Mitomanía, (Delirio de Grandeza, creerse un Dios). Egolatría, (Creencia en un “Yo” Permanente; adoración a cualquier especie de Alter-Ego).  Paranoia, (Sabiondez, autosuficiencia, engreimiento, creerse infalible, orgullo místico, persona que no sabe ver el punto de vista ajeno).  Cuando se continúa con la convicción absurda que se es Uno, que se posee un “Yo” permanente, resulta algo más que imposible el trabajo serio de Observación de sí mismo. Si uno de verdad comienza a observarse internamente, resulta dividiéndose en dos: Observador y Observado. Si tal división no se produjera, es evidente que nunca daríamos un paso adelante en la vía maravillosa del Auto-Conocimiento. ¿Cómo podríamos observarnos a sí mismos si cometemos el error de no querer dividirnos entre Observador y Observado? 

“LA GNOSIS HA SIDO OBJETO DE LA MALA INTERPRETACIÓN DE LOS NECIOS Y DE LA TERGIVERSACIÓN INTERESADA DE LOS PILLOS”: KIPLING (IF)


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